El hipotiroidismo es el descenso de la producción de hormonas tiroideas, y además es la enfermedad más común de la glándula tiroides. Los síntomas principales son cansancio, debilidad, estreñimiento o diarrea, aumento de peso, menstruaciones irregulares, intolerancia al frío, dolores musculares, sequedad de piel y cabello, entre otras. El tratamiento farmacológico se realiza con Levotiroxina (por las mañanas antes de desayunar) y normalmente es un tratamiento de por vida.
Desde el punto de vista de la alimentación, es fundamental un
aporte adecuado de
yodo, selenio y ácidos grasos omega 3.
No obstante, antes de profundizar en los alimentos adecuados para aquellas personas diagnosticadas de hipotiroidismo, es fundamental dar unas pinceladas sobre la fisiología y funcionamiento de la Tiroides.
La glándula tiroides se encuentra en la parte anterior de nuestro cuello, y es estimulada por una hormona liberada en nuestro cerebro (hipófisis) que recibe el nombre de TSH, de manera que la Tiroides sintetiza T4 (Tiroxina) que se convierte en una molécula activa llamada T3 (triyodotironina) a través de unas proteínas llamadas desyodasas. Las hormonas tiroideas desempeñan importantes funciones en nuestro organismo, por ello es importante tratar el hipotiroidismo para evitar la aparición de enfermedades asociadas tales como deficiencias mentales, enfermedades cardiovasculares (asociado a un aumento de los niveles de colesterol) y en casos severos la aparición de coma mixedematoso (alta mortalidad).
En cuanto a la incidencia en la población, es mayor en el
sexo femenino y aumenta con la edad. Normalmente se diagnostica a través de una analítica sanguínea cuando los niveles de TSH son elevados y los niveles de T4 bajos o bien normales (este último caso, es decir, cuando la TSH es elevada y T4 en rango normal se diagnostica como hipotiroidismo subclínico).
RECOMENDACIONES NUTRICIONALES
Como hemos comentado previamente es muy importante el consumo de alimentos ricos en yodo para una correcta síntesis de las hormonas tiroideas (T4 tiene 4 yodos en su composición y T3 es una estructura conformada por 3 yodos). También deberíamos aumentar el consumo de Selenio y ácidos grasos w-3 y reducir o limitar ciertos alimentos.
Alimentos que debemos reducir:
Los alimentos goitrógenos tienen unas sustancias que impiden o dificultan el empleo del yodo, y por tanto tienen función antitiroidea. Es por ello por lo que tendremos que reducir la ingesta de estos alimentos. Son las coles de Bruselas, coliflor, brócoli, repollo, lombarda, berza, nabo, semillas de mostaza, nueces, piñones y cacahuetes.
No obstante,
si cocinamos o fermentamos
estos alimentos, el efecto goitrogénico se verá disminuido e incluso eliminado. Si debemos, tener especial cuidado de consumirlos en su versión cruda o ingerir el agua en el cual hemos cocinado estos alimentos en forma de sopas o caldos.
Por supuesto también es fundamental reducir el consumo de alimentos ultraprocesados, harinas refinadas y azúcares. También como consecuencia del descenso del metabolismo que lleva asociada esta enfermedad, sería recomendable no consumir alimentos altamente calóricos, y así evitar aumentar la grasa corporal. Además, es importante evitar el consumo de tabaco.
Alimentos que debemos aumentar:
Como hemos comentado previamente tenemos que evitar el déficit de yodo, selenio y un aporte adecuado de ácidos grasos w-3, por tanto, es recomendable aumentar el consumo de alimentos ricos en estos nutrientes, tales como pescados, fundamentalmente de tipo azul, mariscos, lácteos, huevos, patatas, legumbres. Además, comprar siempre sal de tipo yodada.
No debemos olvidarnos de tener unos niveles óptimos de vitamina D (vitamina del sol), para ello se recomienda tener una exposición al sol que sea regular, adecuada y suficiente.
Y por supuesto, realizar
actividad física, preferentemente de fuerza para estimular el crecimiento y mantenimiento de la masa muscular.
No obstante, cada paciente requiere de unas recomendaciones específicas y particulares a su caso en concreto así como sus necesidades fisiológicas. Esta entrada del blog nunca será un sustituto del tratamiento farmacológico recetado por su médico ni del plan nutricional personalizado elaborado por un Dietista-Nutricionista.
Referencias bibliográficas:
Marta de Lucas Fernández.
Dietista-Nutricionista.
Fecha de publicación: 23 de Noviembre de 2020
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